A veces quisiera ser
niño otra vez.
A veces quisiera volver
a nacer.
A veces quisiera, lo que
soy, no ser
volar como un ave o
nadar como un pez.
A veces quisiera, en el
amanecer
ser el fresco rocío que humedece
tu cuerpo de rosa
¡flor fresca y hermosa
es tu cuerpo, mujer!
A veces quisiera, tu
camino,
ser tu estrella, tu guía
fiel.
A veces quisiera, cuando
veo llover
ser la sóla gota que
moja tu piel.
A veces quisiera, un
gran reino, tener.
Sus grandes riquezas
pondría a tus pies:
verdes olivos, jardines,
la mies
y tanta belleza en que
puedas creer.
Para que en mi cuerpo
saciaras tu sed
manantial de agua clara
quisiera yo ser.
A veces quisiera ¿ser
viento tal vez?
y en la noche callada
tu cabello de seda
mecer.
Y al calor de un fogón
encendido
Y al calor de un hogar
como un ave en su nido
recorrer contigo
el camino de la ilusión.
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